Al utilizar las piedras de afilar con los cuchillos, con el tiempo, estas normalmente se deforman y la superficie superior puede ser que no permanezca completamente plana. Esto es debido a que durante el proceso de afilado normalmente se ejerce más presión sobre una parte de la piedra o bien a que se utiliza más una parte que otra. Una piedra deformada además de necesitar más tiempo para el afilado, proporcionará peores afilados al disponer de una fricción distinta según la parte de la piedra.
Con la tela para la rectificación, podemos volver a convertir la superficie de la piedra en una superficie completamente plana, con lo que conseguiremos una piedra perfectamente preparada para volver a afilar.
La tela se coloca en una superficie completamente plana, se humedece la piedra con agua y se frota la piedra encima de la tela en movimientos circulares.
* Piedra no incluída.